Hola Lima...

Hace poco más de un año fui testigo del evento más grande que haya podido sentir en carne propia. Una sensación que solo podrían entender aquellos que comen y duermen admirando algo que consideran increíble. Una sensación que se mantiene tan intacta como hace más de un año. Llegaba Metallica a Lima y era algo que ni los metaleros más recalcitrantes hubieran imaginado.

Hace poco más de un año sentí que esa mezcla de emociones debería ser expuesta, debería ser entendida hasta por aquellos que no comprenden, que no sienten, que esa "bulla" es música. Es por eso que luego de tantas dudas por saber si podría ser capaz de mantener un blog, es que me decido a tomar el toro por las astas y enfrentarme a este mundo digital.

Hablaremos de Metal, New Metal, algo de Hard Rock y muy poco de Punk. Por qué? Porque son los géneros que me mantienen desconectado y conectado a la vez, que me estremecen, que me pueden elevar y bajonearme también. Porque muchas veces sus letras nos hacen ver las cosas desde otra perspectiva, la música se convierte en el cómplice perfecto para que esa perspectiva sea más real, más nuestra.

Quiero empezar este blog con el primer video que me hizo redescubrir esta música, allá a finales de los 90's. Cuando lo único que me rodeaba eran los sonidos de las congas y el timbal, las trompetas y el trombón, mezclados con coches bombas y apagón. Creo que tenía que aparecer este género para volver a enamorarme de esta música, luego de un divorcio involuntario.


Si bien es cierto, la letra no es muy profunda y sí media hueca, nadie puede negar la fuerza que impregna Wes Borland (guitarra) y John Otto (batería) en el intro de la canción.

Aún recuerdo buscar la bendita gorra roja hasta que vi que todo el mundo la tenía. Así que solo me dejé la barba y las patillas tan largas como Wes (y de vez en cuando me las vuelvo a dejar). Ese fue el inicio de todo.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares